Lo estándar no es suficiente

Fabricación de plásticos

Segunda Línea de Defensa

En la producción de plástico se genera un subproducto, el fosgeno, que es un material extremadamente tóxico. Si saliera del proceso supondría un grave peligro para las personas y el medio ambiente. Por este motivo, el diseño constructivo y la seguridad funcional de los instrumentos de campo utilizados en este caso deben cumplir con unos requisitos muy elevados.

En el caso de los transmisores de presión, la celda de medición separa el instrumento del proceso. La ‘Segunda Línea de Defensa’ es una barrera protectora adicional hermética situada detrás de la celda de medición a modo de cierre vitrificado. Además, la junta de la celda de medición en esta versión está compuesta por una junta doble Kalrez, mientras que las costuras de soldadura cumplen con los estándares de calidad más exigentes.

La protección ‘Segunda Línea de Defensa’ con todas sus características de seguridad está disponible en varios instrumentos de las series VEGAFLEX 80, VEGABAR 80, VEGASWING 60 y VEGAPULS 60; una amplia diversidad en el mercado de tecnologías de medición de procesos.

Fabricación de fertilizantes

Amoniaco: máximos requisitos con respecto a la resistencia a la difusión

Como un compuesto del nitrógeno, el amoniaco es una de las sustancias químicas más producidas del mundo. Este gas de olor penetrante y tóxico es una materia prima utilizada para producir fertilizantes y presenta una extrema difusión. Las rigurosas restricciones medioambientales y el elevado potencial de riesgo hacen imprescindible un control del nivel completamente fiable al tratar con el amoniaco. Las medidas de seguridad especiales limitan notablemente la selección de la tecnología de medición y los materiales de la junta. El vidrio de borosilicato es inerte con casi todos los productos químicos y permanentemente hermético ante el amoniaco.

Con una junta rasante de vidrio de borosilicato y unas excelentes propiedades técnicas de la medición, el sensor radar de onda guiada VEGAFLEX 81 está predestinado al uso en amoniaco.

Transporte de gas natural

Protección de bombas a -160 ºC

El gas natural es un subproducto de la explotación petrolifera. Se compone principalmente de metano y otros compuestos de hidrocarburos. Para que sea fácil de transportar como valiosa fuente de energía, se somete a una fuerte compresión, se enfría a -160 ºC y se convierte en GNL (gas natural licuado). Al bombearlo, el gas natural licuado vuelve parcialmente a su estado gaseoso. Los regasificadores se encargan de devolverlo a su estado licuado aumentando la presión.

Las bombas especiales que se utilizan para este proceso tienen un elevado coste y deben protegerse contra una marcha en seco mediante la tecnología de medición. Sin embargo, la tecnología de medición debe de ser adecuada para líquidos tan fríos (criogénicos) y ligeros.

El interruptor de nivel vibratorio VEGASWING 66 cumple tranquilamente con los requisitos. Su accionamiento inductivo funciona sin problemas en temperaturas en las que los accionamientos piezoeléctricos u otros interruptores de nivel fallan. Su sensibilidad de respuesta está configurada a una densidad de tan solo 0,44 g/cm3, un valor con el que otros interruptores de nivel vibratorio no reaccionarían.

Producción de urea

Un aire más puro gracias a la corrosiva urea

La urea se utiliza como aditivo para reducir el óxido de nitrógeno de los motores de combustión. A nivel industrial, se fabrica en reactores en grandes cantidades con una base de carbonato amónico. Para ello, el nivel en los reactores debe mantenerse constante. En este producto tan corrosivo es imprescindible contar con un material técnico adecuado. Mientras que la mayoría de elastómeros de alta calidad son resistentes, los aceros inoxidables utilizados habitualmente en la industria se ven atacados por la urea. Por el contrario, Safurex, una aleación especial de alta calidad, es resistente.

Por este motivo, para la medición de nivel se utiliza el sensor radar VEGAPULS 60 con brida y antena de Safurex.