El mercado de trabajo en la industria química es exigente en talento y experiencia

El mercado de trabajo para el sector de industria química continúa mejorando en España, y las organizaciones están aumentando su plantilla para sostener y potenciar este crecimiento. Es uno de los sectores más exigentes de cara a la experiencia de los candidatos, y para la mayoría de las vacantes se buscan profesionales con un excelente conocimiento del sector. Este hecho dificulta aún más a las empresas encontrar el talento que necesitan.

Según Mónica Segura, Chemical & Pharma Manager en Robert Walters (consultora de búsqueda y selección especializada de mandos intermedios y directivos a nivel global), existen cuatro tendencias principales de empleo para el sector de industria química.

En primer lugar, una guerra de talento en Cataluña. Debido a la reactivación del mercado especialmente en Cataluña, está empezando a escasear el talento especializado, algo que no se limita a los grandes y medianos productores del sector químico. Las distribuidoras, aprovechando la tendencia positiva del sector, luchan también por atraer y retener a los mejores profesionales para aumentar sus ventas.

La segunda tendencia es el auge de especialistas en investigación y desarrollo. En las empresas químicas, los perfiles más solicitados son los involucrados en el desarrollo del negocio: export managers, business development managers y técnicos comerciales con formación en Ingeniería Química o Químicas para efectuar la venta técnica. Por otro lado, la oferta de posiciones en investigación y desarrollo de nuevos productos (R&D managers y project leader) ha vuelto a crecer tras años de estatismo. Estos especialistas se han incorporado en medianas empresas para realizar una gestión integral del nuevo producto, desde la planta piloto hasta la fase de industrialización dentro de la planta productiva.

En tercer lugar, el reto técnico, factor principal de cambio profesional. Además de los beneficios y compensaciones salariales, los profesionales valoran los proyectos que supongan un reto a nivel técnico y les permitan mejorar en conocimiento, responsabilidad y capacidad de gestión. El tipo o tamaño de la empresa representa un factor menos importante de cara a decidirse a emprender un nuevo proyecto profesional.

Por último, el principal desafío del sector para los próximos años será alinear los nuevos puestos y funciones que empiezan a surgir en el mercado con la oferta actual de talento. Las organizaciones tendrán que reconsiderar la formación por especialización y valorar a los high potential en posiciones transversales para garantizar, de manera orgánica, el inexorable cambio generacional previsto para los próximos cinco años.